La leche y los productos lácteos aportan al organismo nutrientes esenciales en cantidades y formas óptimas para su absorción. Por algunas razones de salud o simple elección, algunas personas tienden a evitar la lactosa
Para quienes padecen intolerancia a la lactosa, es posible preparar una dieta que contenga leche de camello (rica en vitaminas, elementos, L-lactato de fácil digestión, lo que la hace adecuada para personas con intolerancia a la lactosa), quesos curados como el Parmigiano Reggiano (alimento funcional sin lactosa rico en Ca) y yogur (rico en bacterias de ácido láctico).
Se dice que estos alimentos son bien tolerados por el organismo y que siguen aportando nutrientes, vitaminas y elementos esenciales.
Para quienes evitan la lactosa, la leche se puede sustituir por alternativas vegetales o sin lactosa. Sin embargo, es importante que los consumidores se informen sobre la composición final del producto que seleccionan. Desafortunadamente, las etiquetas de las alternativas a la leche de origen vegetal a menudo carecen de información detallada sobre los nutrientes y el método de obtención del producto.
Además, la lactosa está presente en muchos alimentos inesperados (por ejemplo, productos horneados, embutidos, etc.) para realzar el sabor. Determinar la presencia de lactosa en estos productos requiere conocer las recetas de cada empresa, lo que resulta poco práctico. La “lactosa oculta” incluye preparaciones farmacéuticas en las que se utiliza lactosa para estabilizar el medicamento, algo que el consumidor medio podría ni siquiera sospechar.
Estas cuestiones ponen de relieve la necesidad de que las etiquetas de los alimentos y los medicamentos incluyan un símbolo universal que ayude a las personas que evitan la lactosa a identificar rápidamente los productos adecuados. Este símbolo debería ser sencillo, fácilmente reconocible y universal para todos los países.
Tendencias actuales en la evitación de la lactosa
En la actualidad, el tratamiento de la intolerancia a la lactosa consiste principalmente en evitar los productos lácteos y sustituirlos por alternativas de origen vegetal. Además, la ingesta de la enzima b-galactosidasa, así como el uso de probióticos y prebióticos, son opciones terapéuticas viables. La eficacia de cada enfoque es individual para cada persona.
Los tratamientos habituales para la intolerancia a la lactosa incluyen suplementos enzimáticos, en concreto la enzima b-galactosidasa. Desarrollos recientes incluyen láminas poliméricas plastificadas que contienen b-galactosidasa orodispersable. Otra opción para recibir la enzima es a través de hidrogeles de quitosano o polietilenglicol, obteniendo preparaciones estables y de acción prolongada.
Probioticos y prebioticos
Los probióticos y prebióticos se utilizan actualmente como tratamiento para la intolerancia a la lactosa. Los estudios que utilizan probióticos han demostrado que reducen con éxito los síntomas de la intolerancia a la lactosa. Se cree que la conexión se debe a una mejor función inmunológica. Además, la leche fermentada proporciona una matriz muy adecuada para los probióticos. Los microorganismos utilizados en la leche fermentada son Lactobacillus , Bifidobacterium y Saccharomyces.
Un ejemplo de prebióticos prometedores son los galactosooligosacáridos. Estos ayudan a aumentar la población de bacterias fermentadoras de lactosa como Bifidobacteria, Faecalibacterium y Lactobacillus, al mismo tiempo que reducen los niveles de Enterobacteriaceae y Streptococcus.
Después de 30 días de tomar los galactosooligosacáridos prebióticos, al consumir lactosa, se nota una reducción significativa de calambres, hinchazón y gases. Un estudio demostró que una combinación de Bifidobacterium longum BB536, Lactobacillus rhamnosus HN001 y vitamina B6 mejoró significativamente la hinchazón y el estreñimiento en pacientes intolerantes a la lactosa.
Los probióticos apoyan al microbioma intestinal en los procesos de degradación de la lactosa y también proporcionan b-galactosidasa para la hidrólisis del azúcar de la leche.
Ingeniería genética para evitar la lactosa
La ingeniería genética también está desarrollando métodos para eliminar la lactosa. Según un estudio, la cría de vacas transgénicas es un enfoque prometedor para la producción de leche de diseño con valores nutricionales mejorados y múltiples beneficios para la salud.
Hay dos enfoques genéticos principales para producir leche sin lactosa. En un caso, la leche producida en la glándula mamaria no tiene lactosa (técnica previa a la cosecha) y, en el otro caso, la enzima b-galactosidasa se produce en la glándula mamaria; De esta forma, la leche obtenida es baja en lactosa (técnica post-cosecha).
La globalización del mercado también conlleva la responsabilidad de salvaguardar la salud pública. Es importante considerar cómo mantener la rentabilidad y, al mismo tiempo, facilitar la vida a los consumidores y atender sus necesidades.
He descubierto un aumento impresionante de más del 900% en la demanda de pastillas para digerir lactosa, lo que refleja un cambio significativo en las necesidades de los consumidores que buscan soluciones efectivas para la intolerancia a la lactosa.
Esta tendencia representa una enorme oportunidad para los fabricantes, quienes pueden innovar en la creación de productos adaptados a este mercado en crecimiento.
Aprovechar esta demanda no solo permitirá satisfacer las necesidades de un segmento clave, sino también abrir nuevos caminos en el desarrollo de formulaciones accesibles, eficaces y sostenibles en el ámbito de la salud digestiva.
¡El momento de actuar es ahora!
Dijo Vanesa Micolucci Directora de Lacteos Latam

27 marcas de pastillas para digerir lactosa y sus países de origen:
- Lactaid – Estados Unidos
- D-Lactase – México (disponible en Farmacias del Ahorro).
- Diavital Lactasa – Chile (disponible en Farmacias Cruz Verde).
- LactoJoy – Alemania
- Lactrase – España
- Digestive Advantage Lactose Defense – Estados Unidos
- DairyCare – Reino Unido
- Lacteeze – Australia
- Enzymedica Lacto – Estados Unidos
- Nature’s Way Lactase Enzyme – Estados Unidos
- Now Foods Dairy Digest Complete – Estados Unidos
- Kirkland Signature Fast Acting Lactase – Estados Unidos
- Lactosolv – Alemania
- Lactosolution – Italia
- Lactaid Fast Act – Estados Unidos
- Lacteeze Ultra – Australia
- Lactaid Original – Estados Unidos
- Lactrase 9000 – España
- LactoStop – Alemania
- Lactaid Chewables – Estados Unidos
- Lacteeze Drops – Australia
- Lactaid Ultra – Estados Unidos
- Lactrase Forte – España
- LactoJoy Mini – Alemania
- Lactaid Soft Chews – Estados Unidos
- Lacteeze Children’s Strength – Australia
- Lactaid Fast Relief – Estados Unidos
En otros países, es probable que existan marcas locales o internacionales que ofrezcan productos similares.
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