En el V Congreso de alimentación, nutrición y dietética, Beatrice, investigadora en la organización global de investigación y desarrollo “Danone Nutricia Research”, participo de una investigación donde muestra que la optimización de la dieta individual en adultos franceses con las alternativas vegetales a los lácteos pueden complementar los lácteos en dietas sostenibles.
La transformación del sistema de producción de alimentos y los cambios en el consumo de alimentos son fundamentales para reducir los impactos ambientales y mejorar la salud humana.
La producción de alimentos emite aproximadamente entre el 20 y el 30% de las emisiones totales de gases de
efecto invernadero (GEI) a nivel mundial y contribuye sustancialmente a otros impactos ambientales como la pérdida de biodiversidad, el uso de agua dulce y el cambio de uso de la tierra.
Una dieta subóptima es un factor de riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedades no transmisibles, lo que subraya la necesidad de mejorar las dietas a nivel mundial.
Dieta Sostenible
Se necesita un cambio hacia patrones dietéticos más sostenibles, junto con mejoras en la producción de alimentos y grandes reducciones en la pérdida y el desperdicio de alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define las dietas sostenibles como respetuosas con el medio ambiente, nutricionalmente adecuadas y saludables, económicamente justas y asequibles, y culturalmente aceptables.
El estudio tuvo como objetivo explorar el papel potencial de los productos lácteos y de origen vegetal “similares a los lácteos” (PBDL, por sus siglas en inglés) en dichas dietas sostenibles.
Para cada individuo de una muestra representativa de adultos franceses (encuesta INCA2 2006–20078; n=1816), fue modelada una dieta optimizada para ser más sostenible (es decir, nutricionalmente adecuada y con un impacto de carbono reducido en un 30% con un cambio mínimo de la dieta.
Los resultados de optimización de la dieta mostraron que, en dietas más sostenibles, los productos lácteos totales se mantienen con un cambio entre los productos lácteos, y se agregan productos PBDL (cuando están fortificados) para una gran proporción de mujeres.
Esto sugiere que tanto los productos lácteos como los PBDL fortificados pueden facilitar el logro de dietas más sostenibles. De hecho, la contribución estable de los lácteos en dietas más sostenibles es consistente con estudios previos realizados con diferentes poblaciones y/o metodologías europeas.
Además, la cantidad de lácteos en dietas optimizadas (214 g/día) está en línea con la ingesta recomendada de productos lácteos (dos raciones/día, siendo la ración recomendada de 150 mL de leche, 125 g de yogur y 30 g de queso) según el dictamen del Consejo Superior de Salud Pública de Francia (Haut Conseil de la Santé Publique HCSP) en la revisión de las pautas dietéticas del Programa Francés de Nutrición y Salud 2017–202116.
En conclusión, los resultados para los adultos franceses sugieren que consumir productos PBDL fortificados, además de los productos lácteos, puede ayudar a aumentar la sostenibilidad de la dieta; mientras que los modelos no encontraron que sustituir los productos lácteos por productos PBDL por completo fuera una estrategia efectiva para diseñar dietas más sostenibles.
Como complemento de los productos lácteos, los productos PBDL fortificados pueden ayudar a lograr dietas más sostenibles, especialmente para las personas con un bajo consumo de energía.
