Consumo de productos Lácteos

La demanda y el consumo de productos derivados de los pequeños rumiantes aún están muy condicionados al arraigo cultural, la tradición culinaria regional y la existencia de mercados de nicho o de la nostalgia.

Por ejemplo, en comparación con la leche bovina, la de los pequeños rumiantes no suele consumirse directamente, sino que se utiliza en la producción de lácteos étnicos o de nicho, generalmente utilizados para el autoconsumo o vendidos como productos lácteos tradicionales y de alta calidad.

La evolución y la situación actual de la producción de pequeños rumiantes muestran su resiliencia frente a las condiciones socioeconómicas, ambientales y culturales que han acompañado a la humanidad a través de los siglos.

A su vez, los sistemas de producción que involucran a cabras y ovejas, han mostrado resiliencia porque se han sostenido en el tiempo y continúan siendo vigentes en los modos de vida rurales y dentro de la dieta de millones de personas en el mundo.

Las bebidas tales como agua embotellada, bebidas refrescantes, bebidas lácteas, té, café y jugos proyectan un crecimiento en ventas del 6,95 % entre 2024 y 2029 hasta alcanzar los US$ 84,62 mil millones (Market Data Forecast).

El crecimiento estaría motivado por el aumento en los ingresos de los latinoamericanos y una mayor conciencia por la salud.

Actualmente, las bebidas refrescantes, tales como refrescos, sodas, gaseosas, entre otros, tienen la más alta cuota de mercado, cercana al 30 %.

No obstante, el segmento de té y café es el que proyecta más crecimiento y “ha sido identificado como uno de los más rentables para la inversión”.

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