15 Marcas de Yogur probiótico Funcional

El consumo de leche fermentada y Yogur probiótico funcional está relacionado con la imagen de alimentos saludables y nutritivos

El yogur es una leche fermentada que se caracteriza por ser fuente de sales minerales, entre ellas potasio, zinc, fósforo y calcio, este último esencial para la formación de huesos y dientes, beneficiando el crecimiento de los niños y reduciendo el riesgo de osteoporosis en adultos. Sin embargo, otros beneficios están asociados al consumo regular de yogur, como:

mejor digestibilidad de proteínas y azúcares en comparación con la leche
estimulación de los movimientos peristálticos como resultado de la presencia de ácido láctico, facilitando la digestión
combatir los problemas bucales
colonización del tracto gastrointestinal por microorganismos beneficiosos
desarrollo y mantenimiento del sistema de soporte
combatir la inflamación y estimular el sistema inmunológico
estimulación de la producción de hormonas y enzimas
facilidad de absorción de sales minerales

Fermentación de la leche

Este alimento se produce a través de la fermentación de la leche, donde las bacterias utilizadas en su elaboración se conocen como cultivos iniciadores. Durante el proceso de fermentación, las bacterias producen ácido láctico, que actúa sobre la proteína de la leche, dándole al producto su textura y características específicas.

Se entiende por yogur el producto resultante de la fermentación de leche pasteurizada o esterilizada, realizándose la fermentación utilizando cultivos protosimbióticos de Streptococcus salivariuss,Thermophilus y Lactobacillus delbrueck. Además, el yogur se considera un vehículo adecuado para administrar bacterias probióticas a los consumidores, incorporando normalmente bacterias iniciadoras junto con cultivos probióticos.

En el caso del yogur, las bacterias del cultivo iniciador no sobreviven a las condiciones gastrointestinales o carecen de la capacidad de colonizar el intestino humano, por lo que es poco probable que proporcionen beneficios terapéuticos. Por esta razón, se agregan microorganismos probióticos junto con cultivos iniciadores de yogurt para lograr beneficios funcionales para los humanos, ya que son microorganismos vivos capaces de atravesar el tracto gastrointestinal y beneficiar la salud del consumidor.

Varias especies de Bifidobacterium y Lactobacillus géneros han estado recibiendo atención como probióticos. Además, en los últimos años se han identificado nuevos microorganismos como probióticos, como los pertenecientes al género Bacillus (Bacillus subtilis y Bacillus coagulans) y Saccharomyces (Saccharomyces boulardii). Entre los beneficios asociados a estos microorganismos se encuentran sus contribuciones a una recolonización más rápida de la microbiota intestinal tras la administración de antibióticos, tratamiento y prevención de la diarrea, alivio del estreñimiento, posible tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, reducción de la intolerancia a la lactosa en algunos individuos, reducción de los niveles de colesterol, mayor resistencia a las infecciones microbianas, impacto en la función inmune y un papel potencial en la prevención del cáncer.

Yogur probiótico funcional

En la época contemporánea, se han agregado varios componentes alimentarios a los alimentos para promover la salud, como es el caso del yogur probiótico funcional. Se puede considerar funcional un alimento que, además de su composición nutricional básica, tiene un efecto beneficioso sobre una o más funciones fisiológicas, como mejorar la salud o reducir el riesgo de desarrollar enfermedades. Por lo tanto, los alimentos funcionales poseen ingredientes ricos en nutrientes, pero también pueden enriquecerse con vitaminas, minerales, probióticos, prebióticos y fibras.

Un estudio del Departamento de Alimentos, Universidad Tecnológica Federal do Paraná, Brasil proporciona una visión general de los avances y desafíos en el contexto del yogur probiótico funcional, destacando su importante contribución a la salud humana.

La integración de probióticos en alimentos funcionales como el yogur representa una alternativa tecnológica prometedora. Sin embargo, asegurar la calidad de estos productos requiere la consideración de diversos factores críticos, como la viabilidad de los microorganismos probióticos a lo largo de la vida útil del alimento, enfatizando la importancia de medidas rigurosas de higiene en los procesos de fabricación, condiciones de almacenamiento y formulación de la matriz alimentaria.

Las investigaciones destacan que las cepas probióticas deben cumplir con los niveles mínimos recomendados para brindar los beneficios de salud esperados a los consumidores. Sin embargo, esta condición se ve afectada por varios factores, como el estado fisiológico de los microorganismos adversos, la composición de la matriz alimentaria y las interacciones entre cepas probióticas y cultivos iniciadores.

Compuestos naturales agregados al yogurt

Además, la incorporación de compuestos naturales como extracto de café, espirulina., polifenoles del cacao, cúrcuma y azafrán en las formulaciones de yogur no solo ha mejorado los atributos sensoriales, sino que también ha impartido características beneficiosas para la salud humana. Estos aditivos naturales poseen propiedades bioactivas, que incluyen atributos antimicrobianos, antioxidantes, antiinflamatorios e incluso neuroprotectores.
Sin embargo, persisten los desafíos en el procesamiento del yogur probiótico funcional, lo que requiere mejoras desde la selección de cepas hasta el mantenimiento de la estabilidad durante la producción, ya que los probióticos son susceptibles a variaciones de pH, exposición al oxígeno, fluctuaciones de temperatura e interacciones dentro de la matriz del yogur.

La calidad y seguridad microbiológica del yogur también son críticas, considerando la presencia de microorganismos deteriorantes y patógenos, así como la identificación de fuentes de contaminación. Se están explorando estrategias para inhibir la microbiota no deseada preservando al mismo tiempo los probióticos, destacando el uso de sustancias antimicrobianas naturales derivadas de vegetales.

Por tanto, se confirma la urgencia de continuar con la investigación para superar desafíos técnicos, como la estabilidad y las predicciones de los probióticos, junto con un manejo microbiológico eficaz en entornos de producción. Finalmente, se subraya la necesidad de futuras investigaciones centradas en innovaciones que impulsen el desarrollo de yogures probióticos funcionales, mejorando tanto su eficacia como su accesibilidad al mercado con un impacto positivo en la salud del consumidor.